Las piezas de ajedrez de teck
son fáciles de limpiar. Basta con limpiarlas de vez en cuando con un trapo húmedo para quitarles el polvo y/o las manchas
debidas a la lluvia.
Dado que la madera es una "
materia viva", con el tiempo pueden aparecer ligeras modificaciones. La madera puede, por ejemplo, presentar fisuras debidas a sus incesantes movimientos. Sin embargo, la madera es una materia noble muy cálida, todo lo contrario de la materia plástica que es más fría. En el caso específico del teck, con sus nervaduras de madera características y sus colores únicos,
estas propiedades son todavía más destacables.
Por otra parte, justamente son las modificaciones de la madera las que permiten que una pieza o una obra sea más interesante y única. Atención:
estas piezas de ajedrez no deben considerarse como simples fichas; también hay que verlas como una obra de madera completa. En otras palabras, no están destinadas a ser juguetes para los niños y no tienen que caerse ni ser tiradas porque podrían romperse o abollarse. Para simplificar: no vale la pena cogerlas con guantes, pero hay que tratarlas
con un mínimo de delicadeza.
Aunque el teck resista bien a las intemperies (el teck se utiliza especialmente en la construcción naval), conviene
cubrir las piezas o guardarlas en el interior cuando no se utilicen o en caso de mal tiempo. Este consejo también se aplica a otros materiales, como por ejemplo el plástico.